Análisis The Guest
Encender un juego implica introducirse en el universo del creador, espacios artificiales con la función de entretener y/o desafiar al jugador. Estos espacios pueden ser tan grandes como un universo… o tan pequeños como una habitación.
El juego de Team Gotham es un Escape The Room, pero es una evolución completa de los juegos originales que se creaban en flash. La premisa es básica: te despiertas en una habitación y descubres que estás encerrado ahí y necesitas resolver una serie de puzles cada vez más complejos hasta conseguir escapar de la ésta. Sin embargo, The Guest tiene dos cosas de la que adolecen todos estos juegos: estilo y ambientación.
La ambientación en este caso es un contexto: eres el científico Evgueni Leonov invitado a un congreso en Massachussets que pasa la noche en un hotel. En un estilo a lo Gone Home controlamos a un hombre que apenas tiene interacción propia en el juego (salvo por la necesidad de buscar medicinas, el personaje es un muñeco sujeto a nuestra voluntad) y le guiamos de un lado a otro en busca de la verdad.
Asímismo, seguimos la historia de una científica desaparecida a través de recortes de periódico que encontramos de cuando en cuando.
Por otro lado, el estilo es lo que le da identidad al juego. No solo es bonito y realista, sino también es oscuro y serio. La habitación es muy oscura y se siente como una ratonera desde la que te observan. El juego te anima continuamente a seguir adelante al desbloquear nuevas piezas, textos y zonas pero no te quita la sensación paranoica de que hay algo más, algo no está bien (otra vez recordando mucho a Gone Home). Además las notas que van apareciendo (e incluso la televisión) refuerzan esta sensación.
Volviendo a lo principal del juego: algo que realmente me encanta de este título es la sensación de continuidad que te producen los puzles. Tienes total libertad para explorar la habitación recogiendo pistas y objetos pero nunca te sientes perdido por no saber por donde avanzar. Siempre que terminas un rompecabezas y recibes una pieza más, sabes cuál es el que sigue y qué piezas necesitas.
Asímismo, los puzles son realmente desafiantes pero justos. Si te falta alguna pieza, lo sabrás en todo momento y la mayoría tienen una solución clara y concisa (a excepción de dos o tres puzles que son bastante frustrantes y te incitan demasiado a probar al azar hasta conseguir la solución).
Es un juego corto pero realmente intenso que te mantiene pegado a la pantalla hasta que consigas descubrir qué está pasando realmente y qué hay más allá de la paranoia y los medicamentos. Por el precio al que está os hacéis un favor al comprarlo.