For Honor – Impresiones de la beta cerrada
Durante estos últimos días hemos podido hacernos a las armas y disfrutar de la beta cerrada de For Honor, una de las grandes apuestas de este principio de año por parte de Ubisoft. Vikingos, samuráis y caballeros medievales nos esperan en una propuesta multijugador que consigue sorprender debido a una gran profundidad en los combates que nos hará pensar detenidamente cada movimiento que realicemos en el campo de batalla.
Nada más comenzar, una escena introductoria nos aporta un pequeño contexto que sirve como excusa para explicar cómo existe un mundo en el que estos tres tipos de civilizaciones se encuentran enfrentadas. El juego evoca a la desconfianza y a la ignorancia con el paso del tiempo como motivos principales tras un cataclismo que termina asolando al planeta entero. Aunque, tras toda esta lección de historia, es hora de coger las armas y comenzar a imponernos ante nuestros enemigos.
A pesar del necesario tutorial que podemos completar al principio, For Honor esconde una variedad mucho mayor de la que se podría suponer. En lo que hemos podido comprobar en esta beta cerrada, las tres civilizaciones se dividen en hasta tres clases, entre las que podemos diferenciar claramente entre personaje pesado y de carga, veloz y de ataque rápido y un personaje “estándar”, cuyas cualidades se encuentran más equilibradas que las de sus compañeros.
Todos ellos gozan de una personalización amplísima, permitiéndonos modificar su género, vestuario o incluso el emblema que portaremos en las partidas multijugador como nuestra seña de identidad. Por supuesto el armamento también se puede mejorar aportándonos ventajas que se adaptan a nuestras preferencias en el campo de batalla. A su vez, podremos desechar el material antiguo para conseguir material de cada clase con el que poder comprar las mejoras que necesitemos.
En cuanto a la faceta multijugador, nos encontramos con tres tipos de partidas diferentes, a escoger entre: Duelo 1 vs 1, Pelea 2 vs 2 y Dominio 4 vs 4. Todos estos modos pueden disputarse en solitario junto a varios bots asignados por el matchmaking. Una vez hayamos ganado en algunos de estos modos, se nos recompensará con recursos bélicos con los que poder aportar nuestro granito de arena en la conquista de los territorios contrarios al bando que hayamos escogido previamente. Estas épocas de conquista se dividen en temporadas y rondas con las que poder hacernos más fuertes.
Entre estos modos, el más destacable es sin ninguna duda el modo Dominio 4 vs 4. Se tratan de partidas que recuerdan a un musou, donde nos encontramos rodeados de decenas de enemigos en el mapa. Este tipo de partidas consisten en un enfrentamiento de 8 jugadores por la conquista de hasta tres territorios. Es en la zona central del mapa donde se acumula la mayor parte de la acción, pudiendo repartir mandoblazos para poder despachar a todo aquel soldado desprevenido con ansias de gloria. Es importante ayudar a nuestras tropas para desatascar la situación en esta área pero también es decisivo acabar con los jugadores enemigos ya que su muerte puede suponer un punto de inflexión a la hora de avanzar y conquistar los territorios que todavía nos faltan. Sin embargo, ha sido en este modo en el que hemos tenido más problemas de conexión y en el que nos ha costado más encontrar partidas.
Por otra parte, los otros dos modos son, básicamente, lo que pone en su título. Combates personales a muerte entre los jugadores al mejor de 5 rondas. Hay animaciones para finiquitar de forma violenta a los jugadores, como poder cortarles la cabeza. A pesar de ello, echamos de menos animaciones más “gore” en las que se pudiesen ver cortes más profundos o desmembramientos.
En definitiva, a falta de poder probar su campaña, For Honor nos parece un juego muy sólido, que sabe lo que quiere. Ubisoft ha apostado por un juego eminentemente multijugador en el que las tácticas y preparación para el combate sobresalen más de lo esperado. Hasta el día de San Valentín, estaremos esperando con mucho amor y cariño el poder enfundarnos arma y armadura definitivamente.