Archivo Oculto: The Witcher

Saludos; señoras, señores, internautas desorientados que se preguntan cómo demonios han llegado aquí… -Sí, sí, la salida es por allí-. Sed todos bienvenidos a la nueva sección de MuchoGamer: ¡Archivo Oculto! -No, a mano izquierda te he dicho-.

Un servidor le comentó a la redacción que tenía una estupenda idea para una nueva sección, y ellos me animaron a que la llevase a cabo de buenas maneras. No pude sino darles la razón, ya que si uno quiere ver algo, es mejor hacerlo que esperar a que alguien lo haga por ti. Por tanto, heme aquí.

Pongámonos a tono, ¿qué es Archivo Oculto? Archivo Oculto es una nueva sección de MuchoGamer dividida en una serie de volúmenes que trataremos de mantener actualizados cada cierto periodo de tiempo. ¿De qué trata? Archivo Oculto es una visita a la trastienda de la industria, un viaje al sótano videojuegabilístico, un vistazo a lo ignoto a través de una rendija, una… vale, basta ya de alegorías; es decir, un artículo o reportaje orientado a explorar, recoger y exponer algunos de los entresijos de los títulos que conocéis o que no, de proyectos con o sin finanzación, creados por pequeños, grandes o inexistentes estudios, que son de lo más curiosos e interesantes. Puede ser un retroceso hacia el proceso creativo de determinados juegos, y también puede tratarse de una respuesta a algunas incógnitas que os han surgido en algún momento. ¿O quizá un generador de nuevas incógnitas que os haga mover las neuronas? Pueden ser todas y ninguna. Al fin y al cabo, es un archivo oculto, y como tal, deberéis leer para desbloquear. ¿Elemento indispensable? Tener retinas.

Hechas las presentaciones, allá vamos.

Bienvenidos a la nave del mister… no, así no era.


 

Inauguramos sección compañeros, y lo hacemos, como no podía ser de otra manera, con -el juego del que todo el mundo habla pero que tú no tienes porque eres pobre- The Witcher. No, el 3 no, que os veo venir… -Buu, aguafiestas-. Sí, ya, ya… Hablo del título original, del germen que lo empezó todo. Y si de comienzos tenemos que hablar, no podemos sino aludir a…

Andrzej Sapkowski, un tipo muy sabiondo

De la niñez de Sapkowski, aparte de que tuvo que ser cuanto menos -aburrida- entrañable, poco sabemos. Probablemente fuese un mozalbete corriente y moliente que pasaba gran parte de su tiempo estudiando mientras se sacaba los moquillos, por lo menos hasta que llegó a licenciarse en economía. Sí, el escritor de El Brujo no domesticó ningún lobo ni acabó con ninguna bruja -quizá se casase con alguna, no sé-. De hecho, trabajó de economista antes de ser escritor. Os digo más, su primer relato, que no es nada más ni nada menos que Wiedźmin, aquí conocido como El Brujo, lo escribió, y cito textualmente “por capricho” -si estoy empezando a romperos algún tipo de fantasía, podéis abandonar la sección cabizbajos y odiarme de por vida, lo entenderé-. Lo presentó a un certamen literario que organizaba la revista Fantastyka, argumentando que “sabía cómo venderlo” porque había trabajado en marketing. Ganó el tercer premio

A ver… sé que, debido al tono del artículo, puede parecer que os estoy tomando el pelo descaradamente, pero creedme cuando os digo que el cachondeo que se trae el tipo me dejó la misma cara que la que se os tiene que haber quedado a vosotros.

En fin, Fantastyka le publicó el relato en el año 1986, siendo un éxito de crítica y público. Sapkowski firmó un contrato y creó varias novelas río ambientadas en el universo de El Brujo. Luego llegarían cinco novelas, las cuales definirían el universo que hoy todos conocemos, y el resto, como sabéis, es historia. Y de la buena.

Los hay desafortunados…

… y luego están estos. De los chicos de Metropolis Software poco podemos decir, aparte de que su estudio debía de estar construido sobre un antiguo cementerio eslavo.

Compraron la licencia en 1997 para desarrollar un videojuego de acción y aventuras -nada de rol- que nunca vería la luz por razones desconocidas. Las malas lenguas dicen que el juego era un fiasco de los gordos -en realidad esto lo he añadido yo-, casi tanto como nuestras últimas candidaturas a las olimpiadas. Las no tan malas comentan que quizá tuvieron problemas con la escala al pasar a desarrollar en 3D, puesto que sus anteriores juegos fueron todos en 2D.

Pero no es por esto por lo que afirmo que son un estudio marcado por la más cruel ironía del destino, sino porque en 2008, un año después de ver cómo CD Projekt hacía lo que ellos pero -mejor- enriqueciéndose, van y son absorbidos por susodicha desarrolladora. No obstante, CD Projekt aseguró que desconocía el pasado de Metropolis con The Witcher. O quizá se hiciesen los longuis…

Por si fuera poco, la empresa polaca, la buena -¿o la buena es la damnificada? Estoy confuso-, cerró Metropolis Software en 2009 mientras ésta se hallaba desarrollando un nuevo shooter llamado They -¿soy el único que quiere darles un abrazo a estos pobres desgraciados?-. Toda una declaración de intenciones por parte de CD Projekt, que venía con ganas de hacer algo grande, y a costa de lo que fuese, al parecer.

Del estrellazo al estrellato

Y llegamos a la parte que más os sonará. Lo que probablemente ignoraréis es que CD Projekt comenzó a trabajar en un The Witcher diferente al que todos conocemos -recordemos además que ellos no tenían constancia del proyecto de Metropolis- sobre el año 2002. A decir verdad, esta parte la desconocía, no solo el público, sino casi la totalidad de la prensa del sector, puesto que no ha sido sino hasta hace unos días que esto ha salido a la luz.

El título tenía claras influencias de franquicias como Diablo o Baldur’s Gate, muestra de ello es la vista isométrica tan extendida en la época, y ya apuntaba hacia una dirección: el RPG. Concretamente el CRPG. Pero más llamativo resulta saber que en esta ocasión no interpretaríamos el papel del famoso Geralt de Rivia, sino que crearíamos y customizaríamos a nuestro propio brujo mientras que el Lobo Blanco pasaría a ser un simple NPC que haría varios cameos, recordándonos lo idiotas que fueron los desarrolladores por no elegirle a él en primer lugar y el dinero que estaban dejando de ganar a cada minuto que pasaba. Sin duda una decisión que reconfiguraba las reglas del juego que hoy tan bien conocemos.

El proyecto fue dejándose de lado, puesto que entusiasmo no era precisamente lo que parecía despertar, y acabó siendo apartado en un rincón en 2003. Un par de años después, alguien tuvo la decencia de rescatar el proyecto del olvido, y junto al Aurora Engine de Bioware, el otrora poder de 3D Max y DirectX 9 y el respaldo de Atari como publisher, consiguió dar vida al proyecto que todos conocemos.

Sí, lo sé, la historia termina de manera un poco abrupta, pero no esperaréis que haga lo imposible el día que estreno sección, ¿verdad? Además, seamos serios. Esto es como ver Titanic: ya sabemos cómo acaba; “vivieron felices y comieron perdices”. Bueno, más o menos… Los matices están sobrevalorados… El caso es que el bueno de Geralt se dio a conocer al mundo en el año 2007, y desde entonces se ha hecho un hueco en nuestros -negros- corazones.

Ryszard Chojnowski ha sido el encargado de relatar este episodio perdido de la historia del famoso brujo. Aquí podéis ver de primera mano y con algunos detalles más -siempre y cuando entendáis el inglés- este capítulo perdido de la cronología.

Me despido con una sensación maravillosa, pues creo que no podía haber escogido mejor tema para tratar. No, no lo digo porque The Witcher 3 sea el tema de moda, sino porque ésta parte en sí, esta última página extraviada en la historia de la trilogía, es todo un Archivo Oculto. Un pedazo de desconocimiento directo a vuestro conocimiento. Y como todo archivo oculto, pierde su naturaleza una vez que es descubierto. Y encaja perfectamente en el contexto, pues de aquí en adelante, Chojnowski irá liberando nueva información para vuestro deleite, sus propios archivos ocultos. Mejor aún, los de toda una compañía. Así que me voy con el convencimiento de haber desbloqueado algo que espero sea el comienzo de grandes historias, narrables e inenarrables.


Bueno, pues al final no ha quedado tan mal, ¿no? -Buu, yo ya lo sabía todo, no has contado nada nuevo, buu-. ¿Pero aún sigues aquí?

KaiM

Recibí mi primera amiga allá por el '96-'97, negrita ella, más divertida que ninguna. Nombróse a sí misma 'Mega Drive II', y desde aquel día hasta el presente, sigo riendo, llorando, disfrutando y, en general, sintiendo con los avatares de la industria. Sigue siendo mi hobby predilecto, que unido a otra de mis pasiones, la escritura, espero desempeñar con soltura en esta mi nueva morada. Soy KaiM, y ésta mi historia.

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