Análisis Rise & Shine

¿Alguna vez habías soñado en un mundo, donde todos los personajes de los vídeojuegos convivieran? Sí, indirectamente Rise & Shine nos plantea esta pregunta, de manera muy sutil y mediante distintos puntos los cuáles usa como referencias a otros títulos. Se trata de una obra que homenajea el propio mundo de los videojuegos de formas muy imaginativas. Podríamos empezar definiendo a Rise & Shine del siguiente modo: ese pariente o amigo que todos tenemos. No destaca precisamente en nada, sin embargo te lo pasas bien con él. Eso es Rise & Shine, el juego desarrollado por el estudio español Super Mega Team, que nos abre este 2017 que acaba de empezar con la clara intención de dar un golpe sobre la mesa en el panorama indie, y sobretodo en el de los videojuegos españoles.

En primer lugar, Rise & Shine nos explica la historia de Rise, un inocente niño que, de manera inesperada, se topa con una pistola mega-poderosa llamada Shine, la cual resulta ser el único artefacto capaz de salvar Mundojuego de unos soldados especiales que han llegado al lugar dispuestos a arrasar con todo ser viviente que encuentren a su paso. Como podréis observar el argumento base del título, no dispone de una tremenda profundidad, pero no importa demasiado ya que pasa completamente a un segundo plano. El núcleo de este videojuego, su trabajo y dedicación, reside en sus aspectos jugables.

Uno de los aspectos agradables de Rise & Shine es que su mezcolanza de géneros y subgéneros crea un dinamismo que pocas veces hemos llegado a ver, se nota que el estudio es muy aficionado al 2D side-scrolling en su variante plataformera, de acción, de Run & Gun, de shoot’em up y de puzle. Todo ello lo vamos a desvelar aquí, entrelazado para fomentar un profundo homenaje al mundillo del videojuego que el jugador tiene el placer y el minijuego de descubrir a través de todas sus referencias. Y por supuesto no todas visuales.

 

 

Sin embargo, le hecho de que el propio juego trate de hacer tantísimas referencias hacia otros títulos, tiene un efecto doble, y es la negación de identidad personal. Sí, disponer y jugar con distintos aspectos para tratarlos como referencias a grandes lanzamientos como homenaje es genial, -aun así el propio juego está quebrantando su identidad dado que no ofrece nada que lo distinga o lo haga sobresalir-. Es en la parte mecánica y jugable donde este título saca pecho. La pistola, shine, es tan protagonista como el niño que la porta y no hablamos de su importancia argumental, si no que será la herramienta a utilizar para todo, abrir puertas, superar minijuegos y, por supuesto, reventar algunas cabezas, -el juego es absurdamente gore, y me encanta-.

En Rise&Shine cada disparo que realicemos reporta una sensación muy satisfactoria fruto de un buen trabajo en lo que llamamos el game feel o kinestética. Cada orden que damos usando el mando, teclado o ratón, tiene una representación y una respuesta satisfactoria por pantalla, ofreciendo una buena cantidad de tiroteos que evolucionan y varían haciendo uso de las dos variedades de balas que hay y los dos modificadores que desbloqueamos para las mismas. Estas opciones a la hora de repartir plomo son usadas tanto en combate como en resolución de puzles y los ya mencionados minijuegos. Hay que destacar un ingenioso minijuego de baloncesto y otros que dejaré que descubráis vosotros mismos -así evitamos spoilers-.

La dificultad de los tiroteos va creciendo exponencialmente con el paso de la aventura y pasa de demasiado “fácil” a inesperadamente difícil de una manera demasiado abrupta. Es en este punto donde nos topamos con uno de los principales problemas que ha dado Rise & Shine, la duración.

 

 

Como he comentado, uno de los aspectos más odiados de la comunidad ha resultado ser la duración de la obra, he incluso por ende lo que ha inducido a muchos jugadores a no disfrutarla. En parte es cierto, el juego es extremadamente corto, se puede llegar a completar en 3-4 horas que pueden verse reducidas en manos de un jugador habilidoso. Desde mi punto de vista esto resulta nefasto para el potencial de la licencia, pero se justifica con el hecho de ser un videojuego extremadamente exigente con un ritmo vertiginoso.

Dark Souls, -ese punto de referencia ineludible-, es lo que se respira desde el minuto 0. La filosofía del “prueba y error”, es el hecho que nos llevará a golpear la mesa en más de una ocasión tras morir una y otra vez. Rise & Shine se toma la justicia a su antojo castigándonos de forma deliberada al morir de mil formas distintas, entre un tanto de casos, con puñeteras trampas que parecen diseñadas por el mismísimo Hidetaka Miyazaki, o con oleadas de enemigos capaces de acabar con nosotros con tan solo un golpe, -no, no podremos marcarnos un Leroy Jenkins-. Rise & Shine supone un verdadero reto capaz de ponernos a prueba de forma constante, dispuesto a castigarnos con dureza si nos distraemos tan solo un segundo. En resumidas cuentas, la corta duración de Rise & Shine deja la sensación de no haber explotado completamente las posibilidades del título, tanto a nivel mecánico como argumental.

 

 

El apartado audiovisual del juego, es el aspecto que más destaco, dado que me ha parecido maravilloso. Dispone de una rica paleta de colores, mucha variedad en cada escena, y una verdadera atención al detalle. Desde el principio de una etapa hasta el final, nada parece repetirse, no hay dos fondos compartidos -es simplemente impresionante-. Las animaciones de algunos de los jefes son verdaderamente fantásticas, y hay algunas grandes referencias a los juegos de la vieja escuela y cómo habrían tratado con un jefe derrotado, por ejemplo.

La banda sonora, compuesta por Damián Sánchez de Sonotrigger, engloba y enmarca toda la pieza de arte sin duda alguna es de lo mejor. No estamos hablando de piezas musicales compuesta como si se quisiera recrear la ambientación de un juego retro o arcade de la NES (Nintendo Entretaiment System), estamos hablando de una esencia old school complementada por aspectos modernos. No descarto que el juego se lleve alguna menciona de honor e incluso algún más que merecido galardón por un apartado sonoro absolutamente brillante.

 

CONCLUSIÓN: 

Para concluir el análisis de Rise & Shine, cierro este texto subrayando que es un inicio de año brillante para el desarrollo nacional, estamos ante un título más que disfrutable que difícilmente dejará a nadie insatisfecho más allá de querer más al terminar. Me he quedado con ganas de más, pero eso únicamente puede significar que la experiencia fue intensa, o que soy masoquista y me gusta el sufrimiento, dado que a pesar de ser intensa y emocionante, también ha resultado ser extremadamente desafiante. ¿Recomiendo la compra de Rise&Shine? Sí, por supuesto. Y más aún si eres un amante de los grandes retos.

Versión analizada: PC.