Análisis Assault Android Cactus
Gusta, y mucho, jugar y analizar el primer videojuego de un pequeño estudio para así poder crear una idea de lo que serán capaces de hacer en un futuro cercano. Y más gustazo es poder catar un juego que lleva creándose y puliéndose casi 2 años -acostumbrados ahora a juegos llenos de fallos por no tener tiempo para pulirlos en condiciones-. Este es el caso del estudio independiente australiano Witch Beam que, desde su creación en 2013, han ido dando forma a un pequeño videojuego sin grandes pretensiones que saldrá en PC, Vita, PlayStation 4 y Wii U: demos la bienvenida a Assault Android Cactus.
Dispara a todo lo que se mueva
Assault Android Cactus es un twin-sitck shooter (o lo que es lo mismo, un sitck controla al personaje y el otro al arma), por lo que hacernos con el control no lleva ni 10 segundos, y más si la mecánica del juego es tan simple, directa y endiabladamente divertida: acaba con todos los enemigos que te aparezcan en pantalla sin morir. No hay objetivos secundarios que puedan hacer al jugador despistarse.
Hay dos cosas a las que deberemos prestar atención en cada misión: los enemigos y la batería. Los enemigos se cuenta por decenas en las primeras misiones y cientos en las últimas. Además de ir a por nosotros con bastante dedicación, los hay de muchas clases. Conocer los ataques de cada uno es muy importante para no caer en combate constantemente y lograr una buena puntuación al terminar la misión.
En el juego contralamos a androides, y como tal necesitan una fuente de energía, la cual va descendiendo periódicamente. De vez en cuando al acabar con los enemigos soltarán una batería (de un verde muy llamativo) que nos permite recargarnos y así poder continuar con la masacre. Si se nos acaba la energía…game over. Da igual que muramos 10 ó 13 veces en mitad de una partida, pues mientras nuestra barra de energía no se agote, seguiremos operativos.
Cada androide tiene dos armas: una principal ilimitada y otra secundaria, la cual se puede usar durante un par de segundos y se recarga con el tiempo. Como es lógico la secundaria hace bastante más daño que la principal, pero a razón de cada jugador está utilizarla en el momento oportuno.
Estas armas, unido a los 9 personajes que hay jugables a lo largo de la aventura -las cuales se diferencia perfectamente tanto visual como jugablemente-, hace que elegir a una determinada androide de acuerdo a nuestra estrategia, sobre todo en las misiones contra los jefes, sea de vital importancia.
Visualmente es un no, pero sí
Tras mucho meditarlo no se me ha ocurrido una mejor definición para hablar sobre el aspecto gráfico, el aspecto visual del título, y me explico. Assault Android Cactus es un videojuego que, como ya dije en el principio, no tiene grandes pretensiones de ningún tipo. Y esto se puede ver de primeras en sus gráficos.
Si en un primer momento lo primero que llama la atención es que su aspecto visual es bastante normal tirando a regulero, si bien se soluciona en parte con el gran colorido de escenarios y personajes. Sin embargo una vez estás jugando en una misión cobra un sentido totalmente secundario. No es que con tanta acción al jugador no le de tiempo a fijarse en las partículas de las explosiones, efectos de luz o los modelados, sino que todo cumple sumamente bien. Esto hace que el jugador no se despiste y no sepa qué ocurre a su alrededor o, más preocupante, no sepa donde está su personaje.
El principal punto flojo de cualquier twin-sitck shooter es que hay tanta cantidad de enemigos en pantalla que llega un momento en que no se sabe muy bien donde está el protagonista en pantalla. Esto también ocurre cuando no se logra diferenciar bien al personaje de su entorno, haciendo que el jugador tenga que esforzarse por no perderle de vista. Assault Android Cactus coge ese punto flojo del género y le convierte en su punto fuerte. No hay un solo momento, incluso en cooperativo, en que jugador no sepa qué ocurre en pantalla, gracias tanto al aspecto visual antes mencionado como al uso de la cámara – si no sitúa en el centro a la androide, hace que la acción se vea más cerca o más lejana dependiendo de cuantos jugadores haya.
Estate muy atento a todo
Ya no solo hay que estar al corriente y sin pestañear con la cantidad ingente de oleadas de enemigos que aparecen en pantalla y de sus disparos, sino también de más cosas. Y esas cosas son, en primer lugar, unos power ups que continuamente dan los enemigos abatidos. Estas jugosas recompensas se dividen en tres tipos: potenciador de disparo, de velocidad y uno que congela durante un breve tiempo a los enemigos -el cual parece una tontería pero más de una vez se convertirá en nuestra salvación-.
Lo bueno de estos tres power ups es que cada 5 segundos -más o menos- van rotando entre los tres. Esto añade un toque de estrategia que le sienta genial al título, y es que a veces los enemigos nos soltarán la recompensa de velocidad, pero a nosotros nos viene bien el de disparo por todos los enemigos que hay a nuestro alrededor. Nosotros decidiremos si coger el de velocidad, esperar un poco al de congelar o jugárnosla esperando más al de disparo. Al igual que la recompensa anterior de batería, los 3 están coloreados con tonos muy llamativos, por lo que siempre sabremos dónde están y qué recompensa tienen de un vistazo.
En segundo lugar tenemos que tener un ojo echado a los mapas, en los que hay algunos que cambian de forma continuamente. Este dinamismo en el terreno obliga al jugador a que no esté ni 1 segundo parado en el mismo sitio. En él se producirán tanto cambios de iluminación – en estos se acentúa mucho más el estar muy pendiente de todo- , cambios en su fisionomía -terrenos que se hunden, se recortan o nos se rompen coberturas- como plataformas que giran y nos entorpecen.
Si tenemos en cuenta estas dos cuestiones, hacen que cada misión que se nos presentan (no suelen durar más de 4 minutos) sean una completa locura llena de acción y tensión.
Una buena propuesta empañada
El juego se compone de 4 modos de juego: campaña, rondas infinitas, misiones diarias y ronda de jefes. Con respecto a las rondas infinitas y ronda de jefes no creo que haya falta explicar mucho -lo dice todo el título-.
La campaña se compone de 5 zonas, cada una con 4-5 misiones más la lucha contra el jefe final. Completar el modo se puede lograr dedicándole 4 horas, y la rejugabilidad no pasa más allá de conseguir una mayor puntuación y fardar en el sistema de clasificación online. Hay que decir que los jefes finales de cada zona son muy distintos unos de otro, con una curva de dificultad bien escogida y un diseño muy llamativo.
Respecto a las misiones diarias, como su mismo nombre indica, son misiones que cambian cada 24 horas y son bastante difíciles y largas que nos harán ponernos en modo hardcore y ni siquiera pestañear.
Destacar que todos los modos de juego se pueden completar tanto en solitario como en cooperativo por otros 3 jugadores, aunque este cooperativo obliga jugar a todos desde el mismo ordenador -se puede jugar más jugadores utilizando mandos-.
Se echa en falta un modo online que pudiese alargar la corta experiencia del título, sobre todo para echarnos unas risas con amigos sin que haga falta que estén presentes.
Al rico contenido extra
Es de agradecer que, si bien el título solo está disponible en formato digital, por lo menos venga con algún aliciente de guías, diseños exclusivos o banda sonora. Assault Android Cactus cuenta con una sección de coleccionables. ‘Galería de arte’, ‘Máquina de discos’ con toda la música del juego- o ‘Codex’ con información más detallada de todos los androides y jefes finales son algunas de las secciones que la componen. No es que sea gran cosa, pero siempre está bien que se piense en el jugador y quien quiera tenga la opción de ver toda esta información. Eso sí, en completo inglés.
Conclusión
Assault Cactus Android tiene algunas cosas bien hechas: su divertida y directa jugabilidad; variedad de personajes tanto visualmente como jugablemente; enemigos finales con una curva de dificultad ajustada; unos niveles bien diseñados y cambiantes; una cámara que, junto al colorido diseño de escenarios y personajes, logra que sepamos en todo momento donde estamos y qué ocurre a nuestro alrededor. Todo esto se ve muy empañado tanto por su escasa rejugabilidad, pocas opciones en sus modos y un modo campaña demasiado corto. A esto hay que añadir la no inclusión de un modo online, el cual es perfecto para un juego de esta temática.
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