Análisis Kingdom
¿Cuántas veces los juegos nos han metido en el papel de reyes, comandantes, generales y demás personas al mando que controla un pueblo o civilización para gestionarla de manera estratégica? Si somos jugadores de juegos de estrategias es probable que hayamos estado infinitas veces en ese cargo. Hoy, un juego nos prepara ese mismo puesto de una manera muy distinta a los visto normalmente.
Un extraño primer contacto
Mi primer contacto con Kingdom fue durante el gran evento EGX en Birmingham (Inglaterra), lo vi de reojo por la zona de los indies. He de mencionar que los indies con pixel art me llaman mucho la atención, ya que mis indies favoritos casi siempre usan este tipo de diseño visual, como Hotline Miami. Aunque parece irónico, me alegro mucho de no haber probado Kingdom durante el evento, ya que podría haber ocurrido dos cosas: la primera, impedir que pudiera probar otros muchos juegos porque Kingdom es altamente adictivo o, la segunda, que lo probara muy poco y me llevara una no muy buena imagen debido a que es un juego que requiere tiempo, no se puede disfrutar en partidas rápidas de 10 minutos. Así que me alegro de tan solo haber cogido la tarjeta del estudio, Licorice, para que les enviara un correo pidiendo el juego para hacer este análisis y poder disfrutarlo como toca.
“No os dejéis guiar siempre solo por lo que veis, porque muchas veces ignoramos la experiencia y sentimiento que se logra al jugar un juego nosotros mismos.”
Supongo que si estás leyendo esto lo primero que te puedes imaginar es un juego de estrategia y gestión dado lo anteriormente mencionado. La respuesta a eso es un sí pero no. Si has visto un gameplay, probablemene te parezca extremadamente aburrido; ir de un lado a otro simplemente tirando monedas, ya que en eso se resume el juego. Pero si no profundizamos más en los juegos podríamos incluso decir que Mario es un título en el que simplemente damos saltos sin sentidos esperando no morir intentando llegar al final del nivel, pero Mario es más que eso; es diversión, placer y emoción. Kingdom es lo mismo, no os dejéis guiar siempre solo por lo que veis, porque muchas veces ignoramos la experiencia y sentimiento que se logra al jugar un juego nosotros mismos, y esto especialmente con títulos de carácter independientes.
Construye, expande y defiende
Kingdom te sumerge en un increíble mundo fantástico en el que empiezas en un paraje natural en la nada. El juego te lleva de la mano -tan solo guiándote con una luz y unos simples textos- durante el primer minuto para saber cuál es tu cometido en esas tierras vírgenes. Tras explicarte tus dos o tres funciones en el juego (moverte, reclutar y construir) simplemente te suelta de la mano diciendo las siguientes palabras: “Build. Expand. Defend” (‘Construye, expande, defiende’).
Realmente este título se centra bastante en la supervivencia, y apenas tiene crafteo por no decir que es nulo dado que solo hay una moneda de cambio, monedas -irónico, eh-. El juego se controla enteramente con el dinero, es decir, monedas, las cuales se acumulan en nuestro saco de monedas, esos tan típicos que siempre hemos visto siendo usado por la humanidad siglos atrás. Además el juego dispone de ese elemento que Sonic hizo famoso; perder las monedas cuando nos atacan.
Con las monedas podremos reclutar personas para que se unan a nuestro pequeño imperio, comprar herramientas para así asignarles un trabajo de los cuatro disponibles (arquero, constructor, granjero y caballero). Las monedas también nos servirán para pagar las continuas construcciones y mejoras que expandirán nuestro reino. Como puedes ver, la moneda es el recurso que sirve para todo, pero también es el recurso que sale de todo, se consigue a partir de los animales que cazan los cazadores (arqueros), de las granjas y de algunos cofres. La moneda lo es todo en este juego; comida, recurso, material, favores… En definitiva, como en Mario, monedas everywhere.
¿Pero cuál es la verdadera finalidad del juego? Sobrevivir a las cada vez más fuertes oleadas de enemigos, y con esto pasamos al siguiente punto.
Sobreviviendo a la noche
“Kingdom sigue esa regla básica de los juegos de supervivencia, usa el día para construir, recolectar y expandir, y usa la noche para defenderte de las amenazas.”
No son pocos los juegos de superviviencia que hay hoy en día entre el catálogo de juegos indies, todos con un estilo de supervivencia muy diferente entre ellos, pero todos tienen algo en común: la noche. Ese es el momento predefinido en casi todos los juegos de supervivencia, ese distinguible espacio temporal clave, donde lo principal es defenderse y estar a salvo de las oleadas de peligros que acechan cuando la luna se alza ante nosotros. The Forest, Minecraft, This War of Mine… casi todos tienen sus enemigos nocturnos que aparecen en esos señalados momentos a hacernos la vida más complicada de lo que ya era. Kingdom sigue esa regla básica de los juegos de supervivencia, usa el día para construir, recolectar y expandir, y usa la noche para defenderte de las amenazas.
Los enemigos son muy “básicos” al igual que todos los elementos del juego, tan solo andan de un punto del mapa hasta el otro buscando atravesar nuestros muros o trincheras, esto con los dos lados. También habrá diferentes tipos, los cuales iremos viendo a lo largo de aguantar más noches. Además, tienen un cometido bien definido; robarte todo. Si los enemigos logran atacarte y hacer que caiga tu corona tendrás unos segundos para recuperarla, de lo contrario puedes dar tu partida por perdida. Que ese sea el principar objetivo de estos enemigos no significa que le hagan el feo a robar todo lo demás como monedas de los habitantes y sus herramientas de trabajo.
En esto de la noche Kingdom no solo nos ofrecerá una luna en nuestro cielo, la cual a veces es luna llena, pero su verdadero as en la manga es la luna roja, y prefiero no fastidiaros la sorpresa del significado de esas especiales noches que podáis ver la terrorífica luna en color rojizo alzarse tan terroríficamente. Mi consejo es que cuando lleguéis a esa noche, temáis por vuestras vidas.
Satisfacción, frustración, y satisfacción de nuevo
Kingdom tiene un dificultad algo irregular, y es que cuando la cagas bien en la defensa de tu reino, el juego siempre te deja al borde del “golpe final”, pero parece que este nunca llega o tarda bastante a pesar de que ya eres un muerto viviente que ya tiene los días contados y probablemente mueras en la siguiente gran oleada de enemigos. Estarás agonizando durante varios días del juego para finalmente morirte a gusto. Que esto no os asuste, el juego es MUY disfrutable y MUY adictivo, y aunque alguna oleada nos joda bien fastidie, reconstruiremos todo para seguir aguantando.
Su fallo está en algunos elementos del diseño jugable, y es que pueden fastidiarte bastante una partida si alguna vez metes la pata con ellos. Un ejemplo es el hecho de tener un gran imperio, llega un momento en el que los cazadores dejan de cazar y solo puedes vivir de tus granjas, y si desgraciadamente pierdes a tus trabajadores en esta, no puedes recibir dinero hasta tener nuevos integrantes a los cuales asignarles un trabajo. Sería todo más fácil y estratégico poder cambiar el oficio de los habitantes, pero una vez les das la moneda y forman parte de tu imperio, el control sobre ellos es casi nulo y lo hacen todo automáticamente. Esto es normal, pero se podría haber implementado alguna posibilidad de cambiar el oficio, y fallos de diseños como este hay varios. Tengo la seguridad de que muchos se solucionarán y se perfeccionarán con actualizaciones, porque de hecho ya habido algunas que han mejorado el juego.
Cuando hayas jugado unas cuantas partidas que son muy disfrutables mientras estás en continua expansión, el juego empezará a ser un poco tedioso cuando estés en declive por algún fallo grave que hayas cometido. Pero tras esas partidas sabrás cómo jugar y qué no hacer para tener una partida casi plenamente satisfactoria sin llegar a ser fácil ni tampoco deprimente. De hecho, si hubiera realizado el análisis solo por mis primeras partidas, seguramente la nota no sería tan positiva como lo es ahora, así que como consejo, jugad varias veces aprendiendo de vuestros errores de gestión.
Las partidas son largas, la duración puede variar mucho de cuánto sobrevivimos, pero una partida puede ser perfectamente 4 ó 5 horas de juego, aunque probablemente sean menos las primeras veces que juguemos. Obviamente no tienen por qué ser seguidas, puedes salir del juego en cualquier momento y tu partida será guardada, pero no os niego en que dado el nivel de adicción del juego las partidas se disfrutan mucho si se juegan de manera plenamente seguida. Asegurad que no tengáis obligaciones pendientes antes de jugar, ya sabes,… como eso de tener que alimentar a tu perro o tu hijo (no querrás que se mueran, ¿no?).
Las bellezas del Pixel Art y su sonido
“No le falta ni le sobra ningún pixel.”
Que un título indie haga uso de pixel art no es ninguna novedad, pero puedo asegurar que Kingdom le da un uso genial y por encima del uso que le dan otros muchos estudios. Porque si el juego es simple, ¿por qué no un aspecto simple? No le falta ni le sobra ningún pixel, tiene lo necesario para ser un juego plenamente adictivo y para mostrar exactamente lo que desea y con un mundo lleno de detalles que se pueden palpar en la ambientación. Tan solo mirad el reflejo de vuestro personaje en el agua que veis abajo, parece un detalle simple, pero aporta una densa sensación de vida a sus paisajes; los mismos para todos los detalles de fondo y ambiente.
Sus gráficos tienen una inmersión realmente abductora de cualquier fanático de los juegos de supervivencia, lo cual junto a sus simples mecánicas se vuelve un paraje en el que da gusto estar y pasear a lomos de nuestro caballo de un lado a otro. Es simplemente increíble lo que se ha logrado con un plano tan simple y lineal como el 2D que nos presenta este título. Tan solo nos podemos mover de un lado a otro, pero la inmersión es tal que nos da la sensación de estar en un mundo más allá de dos simples caminos lineales. Creo que no había visto un juego tan perfecto en cuanto a la ejecución de diseño con una mecánica tan simple como las que nos da este juego con tan solo tres botones y habiendo unas posibilidades “infinitas” para sobrevivir y gestionar.
Como buen juego de supervivencia, también dispone de una recreación aleatoria de escenarios para que cada partida sea diferente, y de este modo evitar la monotonía apostando por algunas diferentes variedades de situaciones. De todos modos, las variaciones estarán principalmente en nuestras decisiones de gestión más que en la aleatoriedad del escenario.
De la banda sonora podemos decir lo mismo, simplemente brillante, que junto a la ambientación visual aporta una sensación increíble a lo que vivimos en el juego. Cuando la noche llega y con ella los peligros, la banda sonora sabe cambiar de manera genial para crear sensaciones en el jugador a pesar de que este no visualice cómo posiblemente una de sus murallas está siendo derribada por una oleada de enemigos, ¿pero cuál, izquierda o derecha? Esa sensación es increíblemente aterradora para meter al jugador en una situación de vida o muerte.
Por suerte el sonido no solo sirve para aterrorizarnos durante la noche, también sirve para ofrecer armonía y paz durante el día, desconcierto, e incluso otros sentimientos por sentir la calma de estar haciéndolo bien o la intranquilidad de que puedas no sobrevivir esta próxima noche.
Conclusión
Kingdom es simplemente una belleza de juego, posiblemente el juego de supervivencia pixel art más bello e inmersivo que haya visto nunca. No destaca solo por su belleza, pues su diseño jugable es simplemente magistral rozando la perfección en cuanto a idea, planteamiento y ejecución con unas bases tan simples y directas, las cuales crean una aventura de supervivencia altamente adictiva y rejugable a pesar de no ser un juego complejo lleno de materiales que craftear. En definitiva logra muchísimo con muy poco. El único defecto son algunos detalles jugables y lo frustrante que pude ser en algunas partidas tras haber cometido errores.