La nueva moda gamer
Si echamos una larga mirada a nuestra infancia como jugadores nos encontraremos con una cierta “soledad”. Aquel chico que tuviera cerca amigos jugones se podía sentir afortunado, porque era algo ciertamente inusual. Bien podías guardar el segundo mando. Con suerte, lo mismo tenías un hermano pequeño o mayor que, de vez en cuando jugara contigo, o los típicos amigos con los que quedabas en tu casa para echar un FIFA por la tarde. Pero ya te podías olvidar de jugar a otras joyas mucho mejor hechas y que por aquella época eran para “frikis”.
Claro, los tiempos cambian. Esa era una época que ahora podríamos tachar de atrasada en el videojuego y en la mentalidad, pero eso acabó. Hoy en día las grandes superficies guardan un espacio bastante amplio dedicado a las consolas, han nacido muchas nuevas empresas aun habiendo crisis y el apodo friki para los jugones empieza a desaparecer. Ser gamer se ha convertido en moda.
¿Cómo ha sucedido esto?
Las modas no surgen de la nada, tienen sus causas. Aquí analizaremos las principales causas:
- Internet: antes muy pocos tenían acceso a la red y lo tenían a un nivel muy poco desarrollado, lento e inestable. Ahora la mayoría de las casas cuentan con una línea, mejor o peor, con la que acceder al infinito mundo de internet. No es de extrañar que la mayor red de comunicación haya sido usada por las empresas para publicitarse. Con el gran auge de redes sociales, las compañías solo tienen que asegurarse de pulsar “click” para enviar un mensaje que será compartido por millones de usuarios.
- La crisis: resulta raro, pero algo así puede afectar a una moda. Si las compañías antes buscaban un tipo de persona en particular, ahora buscan que la máxima cantidad de personas se sientan atraídas por su producto para que al final resulte rentable y no quedarse por el camino como muchas otras compañías en los últimos años.
- Nuevas tecnologías: basta comparar la primera Nintendo con la PlayStation 4 para ver el abismo que las separa en cuanto a tecnología. Las mejoras en el campo de la informática han provocado
que las compañías se aprovechen y basen sus propias consolas en los ordenadores, haciendo paralelo el progreso en un campo como en el otro. ¿El resultado? Consolas de enorme calidad gráfica, nuevos sistemas de juego más entretenidos y un acercamiento mayor al público.
- Influencias de Japón y EEUU: estos dos países tienen en común que son grandes potencias, de las más poderosas actualmente. En muchos países, como España, la cultura de ambas naciones han calado hondo entre la población, y claro, parte de esa cultura incluye el mundo del videojuego, ya que son los dos países con las empresas pioneras y que controlan el mercado de las consolas: Microsoft en EEUU y Sony y Nintendo en Japón.
Siendo realistas, la moda gamer ha resultado beneficiosa para todos. Por un lado, cada año tenemos multitud de nuevos títulos que, en algunos casos, añaden novedades notorias que se agradecen; por otro, resulta más fácil adquirir videojuegos que años antes. Todas las ciudades tienen múltiples puestos de venta de videojuegos, especializados o no. Ademas, contamos con el sistema online para conseguir títulos sin tener que movernos de la silla y, cómo no, tenemos ofertas muy agradecidas.
Puntos negativos
Pero no todo es bonito. Toda moda tiene sus cosas malas, de las cuales nos quejamos una y otra vez esperando una solución:
- La bajada de calidad: no deja de resultar curioso que, aun habiendo una mejora tecnológica, se esté dando una bajada en la calidad del producto. Esto se esta debiendo a la heterogeneidad de usuarios. Las compañías se han visto obligadas a crear un producto neutro, que guste a todo el mundo y que venda. Con esto llegamos a una impresionante bajada de la dificultad, argumentos sencillos y con poca personalidad y títulos anuales para no perder el interés del público.
- Los DLCs: resulta
ya difícil pasarse al 100% un videojuego sin tener que rascarse el bolsillo una segunda, tercera o cuarta vez -o incluso más-. La ambición de las compañías ha llegado hasta tal punto que compramos la mitad del juego por el precio del completo y tenemos que seguir pagando luego para completarlo. Se acabó el encontrar niveles secretos para desbloquear personajes. Si pagas tendrás nuevos personajes.
- Falta de personalidad: todos hemos vivido ese fabuloso momento en que juegas por primera vez a un juego y te impresiona, cada segundo resulta algo novedoso y adictivo. Pero parece que las ideas se han acabado. Si comparamos los juegos que salen cada año entre ellos, vemos una cierta semejanza entre todos. La innovación es casi nula y pocos títulos nos sorprenden.
- Desprecio a grandes sagas: la propia bajada de calidad generalizada ha afectado a grandes sagas de la industria. Empezaron por todo lo grande pero no han mantenido el nivel. Hablamos de sagas como Call of Duty, Final Fantasy, Need for Speed… que hoy día siguen sacando juegos, pero distan mucho de lo que fueron antes. Se han aclimatado a las nuevas modas dentro del mundillo y han olvidado a sus veteranos fans. Lo que una vez fueron multitud de buenas críticas de los usuarios ahora son quejas y más quejas y una necesidad clara de volver a los inicios.
¿Qué esperar del futuro?
No resulta muy alentador pensar en el futuro del videojuego. Muchos se imaginarán una invasión de los mercados por parte de títulos de baja calidad y grandes sagas llevadas a la extinción. Quizás sea así, o quizás no. El tiempo decidirá. Aunque no hay que olvidar algo clave. Toda moda tiene su líder, y el líder de la moda gamer somos todos los jugones “viciados”, los verdaderos apasionados. Todavía quedan empresas que nos dedican a nosotros sus obras y se trasluce algo de pasión en su realización. compañías que, aunque lógicamente quieren beneficios, crean juegos destinados al más puro entretenimiento, puras obras de arte en bits.
Asimismo, no debemos olvidarnos de las compañías independientes que en estos momentos están en auge y muy de vez en cuando nos dejan algún que otro videojuego que no solo son geniales sino que son innovadores, algo que se agradece y que refresca la actual generación. Muchos de ellos, incluso llegan a llevar sus creaciones a consolas, algo que anima a otros emprendedores a iniciarse en el mundillo y dejarnos más títulos que disfrutar.
Por otro lado, parece que las compañías están despertando poco a poco de su letargo. Están demostrando que no se han olvidado del todo de su público y lo hacen lanzando remakes de los juegos favoritos de nuestra infancia. Una gran apuesta por no olvidar el principio de todo y de devolver las ganas a esos jugadores veteranos que echaban de menos sagas míticas.
Esperemos que al final todo salga bien y que podamos sentarnos frente a la pantalla con nuestro mando y disfrutar muchos años más de títulos adictivos y entretenidos.