El fenómeno Destiny
Bien es sabido por los gamers que Activision sabe hacer de cada una de sus IPs auténticas gallinas de huevos de oro con una facilidad pasmosa. Call of Duty, Angry Birds, Skylanders. Podrán gustarte más o menos, pero sabes tan bien como yo que son productos que entran con facilidad en los hogares de mucha gente.
En 2012 se filtró un contrato de Bungie con Activision en el cual se mencionaba abiertamente el producto del que se venía rumoreando desde 2011: Destiny. Hasta aquel momento no había nada claro. Se sabía que Bungie estaba trabajando en algo que parecía ser un MMO de ciencia ficción, pero nadie podía poner nada en pie. Sin embargo, no fue hasta primeros de 2013 cuando Activision confirmó abiertamente la existencia de Destiny de cara al público, alegando eso sí que hasta 2014 no saldría a la venta.
Mi experiencia con Destiny empieza ahí, con el anuncio oficial. Creo que desde entonces no ha habido un sólo día en que Destiny no formase parte de mi vida, sin exagerar. Como fan de Halo, me emocionaba muchísimo ver qué tenía Bungie entre manos, y cada palabra que soltaban no podía sino hacerme llorar de pura alegría: Destiny era exactamente todo lo que yo le pedía a un juego, y conforme más se descubría, más rápidamente la comunidad consolidaba portales dedicados con muchísima pasión. MuchoGamer es un portal de videojuegos en continuo crecimiento, y participar en uno así y saber lo que habla y sufre el Staff desde dentro para llevarlo adelante produce en mí un tremendo sentimiento de respeto por aquellos que han levantado de la nada comunidades dedicadas con poco o nada de información desde el mismo día en que se anunció, y con tanto esmero y pasión.
A día de hoy, formo parte del Staff de dos grandes comunidades dedicadas a Destiny en español, la gran mayoría de mis seguidores de Twitter son fans de Destiny y he dedicado más de 1700 horas de mi vida a jugarlo con cuatro copias del juego en mi casa en tres plataformas. Pero no más que un diminuto granito de arena en un desierto, y probablemente sea de los que más fácilmente pasan desapercibidos.
Me encuentro a mí mismo inmerso en una comunidad que ha logrado recaudar varios millones de dólares comprando camisetas temáticas de Destiny para donar a Nepal tras el último desastre. En una comunidad que, cerca de un año después del lanzamiento del juego, se ha esforzado en devolverle al joven XGavitronX la fe en sí mismo y en sus compañeros guardianes, entre otras muchas cosas.
Destiny, por sí mismo, se ha convertido ya en la nueva IP mejor vendida de la historia de los videojuegos y ya se ha colado en el ránking de los juegos más vendidos de la historia, y está liderando el top de juegos más jugados actualmente en Xbox One y PlayStation 4, entre otros logros.
No todo es tan bonito en Destiny
No hay duda de que Destiny es un buen juego, que tiene una gran comunidad y que atesora méritos increíbles en su aún joven vida. Pero también es uno de los juegos más duramente apaleados y más odiados de los últimos tiempos. Prácticamente no hay entrada o vídeo en cualquier comunidad de videojuegos que no vaya acompañado de mensajes de desprecio.
¿Por qué?
Una de las palabras más sonadas cuando se critica a Destiny es “decepción“. Mucha gente aún cree que Destiny iba a ser un MMO [Bungie dijo que sería un “shared world shooter” específicamente para no confundir], que iba a durar 10 años a base de actualizaciones [Bungie dijo que la IP duraría 10 años y que durante ese tiempo iban a apoyarla con constantes actualizaciones]. Los que están un poco más espabilados con eso critican sus políticas sangrantes de contenidos descargables, lo repetitivo que se les hace, lo injusto que es su sistema de looteo o lo mala que es su historia.
Un mundo compartido en el cual los jugadores pueden encontrarse e interactuar casi en cualquier momento
Para mí resultan inconcebibles muchas de estas críticas, pero como jugador puedo comprender la gran mayoría de ellas, y de hecho comparto algunas. En mi opinión, el problema que origina estas críticas es que Activision no ha sabido vender el juego al público correcto, o de la forma correcta. Evidentemente no se le puede achacar que consiga vender una barbaridad, pero quizás sí que se haya pensado como un juego para cualquiera… y Destiny no lo es.
Para empezar, no es el juego de acción de mundo abierto que a las masas emociona. No es un Batman, no es un Witcher, no es un GTA. Su mundo es de proporciones modestas, considerablemente más difícil y dedicado a un público que quizás hace 10 años hubiera encandilado, estructurado por misiones (capítulos, realmente) en varios mundos pensados para la jugabilidad y rejugabilidad. En sus numerosas localizaciones ocurren eventos distintos, más o menos como esperarías de un Monster Hunter o un Metroid. No es un juego que te cuente su historia con cinemáticas o diálogos largos, sino, al estilo clásico Bungie, uno que te cuenta historias a través de sus mundos, de sus detalles; puedes ver cómo la población rusa se congregó en la base de lanzamiento para salir de la Tierra observando la cantidad de esqueletos que se conglomeran en la estación de los Demonios, y las carreteras destruidas. No es un juego casual pensado para jugar de forma ocasional, sino para seguir a ser posible al día, y para grupos grandes de personas.
La Casa de los Demonios opera cerca de las naves colonia de la base de lanzamiento rusa, bajo el mando del sirviente primario Sepiks
También es cierto que Bungie no había dejado el listón precisamente bajo: no sólo por ser el proyecto que sucede a Halo, una de las franquicias más importantes de todos los tiempos, sino que también habían prometido un juego trascendental. A corto plazo parece que no van nada mal encaminados, ya que han conseguido un shooter tendencioso y con ideas para PvP y PvE que están recogiendo ya juegos como The Division. Pero mucha gente piensa que un sistema curioso de matchmaking y algunas mecánicas cooperativas no son una fórmula demasiado rompedora, y esperaba algo más.
¿Qué podría mejorar?
Probablemente, una de las mejores cosas que se pueden decir de Bungie es el estupendo interés que tiene por la comunidad. El buen hacer de su community manager, David ‘DeeJ’ Dague, y los demás desarrolladores que no temen codearse con algunos de los miembros más representativos de la comunidad (al punto de dejar que participen activamente en la presentación de sus productos, entre otras cosas) da fe de ello.
Por suerte, las quejas y recomendaciones de la comunidad hallan vida en las expansiones del juego. Destiny es un juego con actividades muy variopintas, pero que la mayoría de las veces se reducen a matar a todo lo que se mueva. Muchas personas consideraban eso aburrido o repetitivo, y demandaban mayor variedad en la jugabilidad, ya que si querías algo distinto, necesitabas jugar incursiones para seis jugadores (que no todo el mundo puede reunir) en las cuales disfrutar plataformas y puzzles que añaden variedad a los enfrentamientos.
La Cámara de Cristal es uno de los desafíos cooperativos más duros, requiere cooperación y estrategia
¿Está Bungie aprendiendo de eso? Parece que a paso de tortuga, pero sí; La Casa de los Lobos, segundo DLC del juego, introdujo un Presidio de los Ancianos en el que cada semana nos enfrentábamos a hordas distintas, con jefes y modificadores distintos. Así pues, en ciertas semanas hay estrategias ganadoras diferentes a las anteriores, que se publican en Youtube y comunidades dedicadas y dan más interés al factor social del juego. Aún no conocemos todas las novedades de El Rey de los Poseídos, la gran expansión de Destiny, pero parece que los nuevos modos PvP tienen todas las de atraer muchos jugadores, y también se están aplicando para que los nuevos asaltos y jefes de asaltos sean mucho más dinámicos que antes y tengan mecánicas más variadas y divertidas (jugadores que deben llevar una llave en las manos y debe ser escoltado por sus compañeros para abrir pasadizos, por ejemplo).
La historia del juego era muy buena y tenía un estilo de narrativa tipo Dark Souls/ Bungie clásico… que desgraciadamente no gustó a muchos. Por suerte, Bungie está recapacitando poco a poco y ofreciendo ventanas de diálogo más ricas y explicativas, así como diálogos que ayuden más al jugador a meterse de lleno en la historia en lugar de “dejar caer” algunas pistas sobre cómo hilar los eventos del juego. Parece que el mayor avance en ese aspecto tendrá lugar con la llegada de El Rey de los Poseídos, pero estoy seguro de que habrá cierto margen de mejora.
No son ni mucho menos las únicas cosas que se podrían mejorar del juego -de hecho, cada día hay muchas ideas nuevas de Reddit o NeoGAF que podrían implementarse- pero quizás sí sean las más sonadas. Y si bien es cierto que muchos fans adoran Destiny, también lo es que la comunidad necesita ser atendida como es debido.
¿Por qué sigue siendo un juego tan popular?
Ni yo mismo sé a ciencia cierta cómo un juego AAA de casi un año de vida puede acumular una cantidad de haters tan grande en las redes y ser tan popular al mismo tiempo. He puesto más de 1700 horas de mi vida en este juego y en tres plataformas distintas -he perdido la cuenta, eso sí, de la cantidad de veces que he dicho esto en internet, quizás como pretexto para defenderme, tipo “sé de lo que hablo”- y la verdad, sigo enganchado como el primer día.
Hablando de jugador a jugador… odio las comparaciones, pero creo que si tuviera que comparar Destiny con otro juego, sin duda no sería ni Borderlands ni Halo, sino Monster Hunter. Es ese tipo de juego al que le metes una cantidad vergonzosa de horas, aunque sea a base de repetir las mismas misiones y los mismos jefes una y otra vez. La verdad es que yo juego muy poquito PvE, la mayor parte de mi tiempo de juego está claramente en el PvP, y reconozco que si no me gustase la vertiente competitiva habría dejado de jugar a Destiny. Pero es también ese tipo de juego para el que te pasas semanas haciendo misiones, grindeando contratos y muriéndote de ganas por conseguir esa pieza de equipamiento que tanto te gusta. Porque sea muy rara y quieres presumir de ella, porque te sea más útil que las que tienes ahora o por simple cuestión de estética, da igual; tienes motivos para seguir jugando. Porque así somos los jugadores, cabezotas, y no paramos hasta tener todos los logros de nuestros juegos favoritos o encontrar todos los coleccionables. Destiny da ese paso más allá que bien pudieran tener MH o Pokémon.
Uno de los muchos ejemplos de la actitud solidaria de la comunidad
Supongo que es todo eso el factor pique, pero súmale las grandísimas posibilidades de interacción que tiene la comunidad, las satisfactorias mecánicas de tiro (es adorable ver cómo los lacayos explotan y se evaporan en una nube de electricidad, con sus huesos achicharrados y suena un aullido que se pierde en la nada y se transforma en susurro, mientras el humeante cañón del Predestinador… perdón, ya paro) y todo lo que pueda surgir entre los amigos… esas cosas tan especiales son las que motivan a los jugadores de Destiny a jugar a Destiny. Si es que es muy divertido. Llevo desde que tengo memoria jugando a videojuegos y probablemente sea la primera vez en mi vida que me ha dado pereza absoluta jugar a todo aquello que no fuera Destiny. Reconozco que soy bastante obsesivo, pero sé de buena fe que tiene tantos o más fans que detractores, y muchos están peor que yo.
Destiny es un juego que se comparte, que divierte y que hace bien las cosas. Entiendo y respeto que mucha gente haya quedado decepcionada o que sencillamente ha disfrutado poco tiempo de él, pero indudablemente creo que tiene alicientes bastantes y de sobra para permanecer en los corazones de mucha gente mucho, mucho tiempo. Y creo que eso es más de lo que muchos juegos de 70€ más cinemáticos y encriptados pueden decir, por muy buenas notas que tengan. Porque pocas veces ha ocurrido que una comunidad entera se pueda aunar para criticar algo que no le gusta (porque saben que serán escuchados), que dedica ratos todos los días de su vida a jugar con sus suscriptores e idear nuevos retos que cumplir por su cuenta, o que sencillamente una a tanta gente. Es algo mágico, y ahí es donde, como fan, creo que reside su valor.