Switch: ¿Luces o sombras?
A estas alturas todo Internet ha oído hablar de Nintendo Switch, la nueva consola de Nintendo que supone un híbrido entre sobremesa y portátil y que sale a la venta el 3 de marzo globalmente. Pero no todo podía ser de color rosa, y hasta el momento la consola ha generado muchísimas opiniones tanto positivas como negativas basadas en la impresión. El objetivo de este artículo es analizar la información que tenemos, dejar claros puntos en los que mucha gente está desinformada, y hacerte pensar si Switch vale la pena o no para ti.
El precio: ¿Es realmente cara?
Es importante tener un precio atractivo de cara al consumidor, pero hasta el momento la recepción al de Switch es mixta. La consola cuesta 300 dólares en América, pero en Europa nos la han colado y va a costar 320-330 euros (280 libras en Reino Unido). Realmente es para pensárselo teniendo PS4 y Xbox One, consolas más potentes y con un catálogo ya establecido, más baratas, pero hay que pensar en lo que lleva la consola más allá de su hardware. En el pack (disponible en Gris o en Azul/Rojo Neón) se incluyen dos JoyCon (los pequeños manditos verticales), el Dock, un accesorio para unir los JoyCon en un mando tradicional y correas para sujetar los Joycon y hacerlos más cómodos, sin olvidar la pantalla multitáctil que lleva la consola en sí. Es una propuesta tecnológicamente más compleja e interesante. que las competidoras, básicamente una caja con una APU AMD de hace años y un mando. Menos defendibles, quizá, son los precios de los accesorios por separado, pero hay que recordar que todos ellos menos el Mando Pro vienen en la caja. Todos habíamos soñado con un precio de 250 euros/dólares, pero con todo lo que lleva ¿es realmente cara?
La potencia: ¿Está obsoleta?
Como es evidente, una de las cuestiones más importantes y debatidas antes y después de la presentación es la capacidad gráfica de la consola. Como es costumbre, Nintendo no ha soltado las especificaciones exactas de la máquina, pero sabemos que usa un chip Tegra personalizado de Nvidia (basado en las arquitecturas Maxwell o Pascal) y monta 4GB de RAM que junto a un sistema operativo ligero debería ser suficiente (recordemos que el SO de PS4 y Xbox One se suele comer 3.5GB o más). La arquitectura también es distinta al basarse en ARM (mismo sistema que móviles y tablets) y no x86, el estándar de PC’s trasladado a esta generación de consolas. Basándonos en lo que hemos visto (Zelda: Breath of the Wild corre a 900p 30fps -aunque eso podría cambiar– y Mario Kart 8 Deluxe, a 1080p 60fps) sabemos que en términos de potencia Switch se encuentra entre WiiU y Xbox One/PS4. La cuestión es que Switch es una tablet del grosor de una libreta. Como la mayoría de factores que hay que tener en cuenta con Switch, en lo que respeta a la potencia hay dos formas de verla: como una sobremesa desfasada o como la portátil más potente de la historia. ¿La verdad? Es ambas cosas a la vez.
También es normal dudar de la pantalla de la consola ya que su resolución es 720p en una época en la que todos los móviles de gama media-alta llevan pantallas 1080p e incluso 1440p. La cuestión es, esos móviles no tienen que renderizar mundos enormes de grandes videojuegos ni ese nivel de gráficos. Lo cual nos lleva a la batería: Switch dura entre 2.5 y 6.5 horas dependiendo del juego (en Zelda, por ejemplo, unas 3). La mayoría de móviles no aguantan tres horas jugando a Pokémon GO, un juego sencillísimo, y la batería de la 3DS original duraba entre 3 y 5 horas. Por tanto, la batería no está nada mal, aunque si salimos todo el día será buena idea llevarse un cable USB-C para cargarla.
El catálogo, ¿suficiente?
Tener una buena alineación de videojuegos, tanto propios como de terceros, es clave en el éxito de una plataforma, y es uno de los principales motivos por los que la ya difunta WiiU ha sido un fracaso comercial, a pesar de contar con muchos exclusivos de enorme calidad. ¿Repite el problema Switch? Digamos que es temprano para responder a esa pregunta. En cuanto a las thirds occidentales (EA, Ubisoft, Bethesda, Activision y demás) tenemos confirmación de juegos como Steep, Skyrim o FIFA, aunque el apoyo que brinden a la consola de Nintendo depende del éxito que vaya a tener. Más emocionante es el apoyo de las compañías japonesas, con Square Enix (Dragon Quest Heroes I-II, X y XI, I am Setsuna, Project Octopath Traveler -exclusivo-), Sega (Project Sonic 2017, Sonic Mania y un nuevo Shin Megami Tensei -de ATLUS, exclusivo) o Konami con un nuevo Bomberman exclusivo. Otras sorpresas como un nuevo No More Heroes dirigido por el bueno de Suda51 hicieron las delicias de los fans.
Por parte de los equipos internos de Nintendo, no hay de qué precouparse. The Legend of Zelda: Breath of the Wild (título de salida) huele a joyaza a kilómetros, el nuevo Super Mario: Odyssey regresa al estilo abierto de Sunshine o Mario 64, lo cual es genial, y el regreso de sagas queridas con Splatoon 2 o Xenoblade Chronicles 2 van a seguir nudriendo la consola durante su primer año. En cuestión de nuevas IP, de momento no hay mucho de qué hablar, con 1-2 Switch (juego de salida centrado en minijuegos que explotan las posibilidades de los Joycon) y Arms, un juego de lucha del que falta saber más. Lógicamente, queda mucho por anunciar en el horizonte ahora mismo, pero los equipos que trabajaron con 3DS van a lanzar juegos en ella también de modo que cabe esperar un catálogo exclusivo explosivo. Eso sí, de salida sale con muy pocos juegos así que sólo le vale la pena a quien esté que no caga con el nuevo Zelda.
Memoria, online de pago: Nintendo en 2017
Switch viene con 32GB de memoria en una tarjeta SD, aunque tiene otra ranura vacía para ampliarla y en un futuro el dock de sobremesa será compatible con discos duros externos USB. La comparación es obvia, PS4 y One salieron con 500GB, una cantidad mucho más presentable a día de hoy, aunque hay un gran pero. One y PS4 instalan los juegos enteros en el disco duro, aunque estos sean físicos. Switch no sufre ese problema ya que el material va en el cartucho, así como los guardados. Los cartuchos, considerados tecnología obsoleta hace años, han superado con creces lo que ofrece un BluRay tanto en almacenamiento (puede haber cartuchos de Switch de 64 GB) como en tiempos de carga. Si el usuario tiene intención de descargar unos cuantos juegos, en Amazon podemos encontrar perfectamente una SD rápida de 128GB por unos 30 euros.
No puedo irme de aquí sin mencionar el online de pago, el elemento más criticado de la presentación y con razón. Pagamos la consola, pagamos los juegos y pagamos nuestra tarifa de Internet, ¿de verdad me bloqueas una parte importante de los juegos tras una barrera de pago? Es una putada que Nintendo se una a sus competidoras finalmente en reírse del consumidor. Además, muchos elementos del servicio son sospechosos: de entrada nos darán al mes sólo un título de NES/SNES de la consola virtual, originalmente se creyó que al acabar ese mes nos lo quitarían aún manteniendo la subscripción, pero esta información ha sido desmentida. El servicio de lobbies y chat de voz, curiosamente, requerirá de una app para smartphones, así que dependerá de su calidad si la usamos o nos decantamos por otras aplicaciones de voz ya instauradas y gratuitas.
Conclusión: ilusiones y preguntas
A Nintendo muchas veces no se le da bien comunicar al consumidor lo que quieren, y esto se ve reflejado en el mismo concepto de Switch: la publicitan como una consola de sobremesa que puedes llevarte donde quieras, pero eso sólo alza la preocupación de los usuarios conforme a su potencia. Viendo lo que es el hardware, Switch realmente es una consola portátil realmente potente que también puedes disfrutar en tu monitor/televisor, y bajo esa premisa es mucho más ilusionante. Quedan muchos interrogantes, como el precio del online de pago (que debería ser la mitad que el de la competición para compensar) o el apoyo third que tendrá en un futuro, pero lo cierto es que las posibilidades de Switch dan mucho con lo que soñar.