¿Nos vuelven agresivos los videojuegos?
Este es sin duda, uno de los temas más polémicos a los que la comunidad de jugadores se ha enfrentado a lo largo de los años. De esta forma, debes saber que no poseo ningún título especial de psicología ni nada parecido, así que cada cual tenga su opinión.
Uno de los casos de violencia más destacados relacionados con el sector de los videojuegos es sin duda alguna el caso de Daniel Petric. Los padres de Daniel un día decidieron retirarle el Halo 3 como forma de castigo por su mal comportamiento. Cansado de esperar, decidió recuperarlo por su propia cuenta.
Este no tardó demasiado en encontrar la caja fuerte de su padre y su respectivo código, la cual albergaba una pistola de 9mm justo al lado de su videojuego. Acto seguido, cuando fue a cenar les dijo a sus padres si podían cerrar los ojos, ya que tenía una sorpresa que darles. En cuestión de segundos disparó a quemarropa contra ellos matando a su madre y dejando gravemente herido a su padre, que milagrosamente sobrevivió.
¿Qué supuso esto? El más que esperado ‘’boom’’ de todas las revistas y periódicos. Por supuesto, el 90% de los medios de comunicación llegaron anunciando la noticia de forma amarillista con el único objetivo de conseguir audiencia. Para nosotros, habituales o no tan habituales jugadores de este mundillo, supone una falta de lógica grave. En primer lugar está el hecho de que nos meten a todos en el mismo saco: ‘’Si juegas a videojuegos acabarás matando a gente’’, está claro que la mayoría de los jugadores llegan inmediatamente a la conclusión de que esto es mentira, ya que es simple cuestión de experiencia con el mando. A pesar de esto, hay desafortunadamente miles y miles de personas que no han tenido la oportunidad de tocar un videojuego en su vida o directamente han optado por no hacerlo. Esto puede ser el caso de padres, madres, abuelos o abuelas, porque seamos sinceros, cada vez es más difícil no caer en este mundo.
Pues bien, ¿qué sucede con aquellos que no han entrado en esta “terrible y peligrosa secta”? Muy simple: se dejan engañar. Esto supone el comienzo de un círculo vicioso de desconfianzas y críticas.
Antes de nada he de aclarar que sé perfectamente que no todos aquellos que no juegan a videojuegos como algunos padres o madres opinan exactamente lo mismo. Personalmente, creo que aquellos que se dejan engañar de esta manera son débiles de moral al dejarse influenciar por cosas tan absurdas por el simplemente hecho de no haberlas probado nunca. Por supuesto, también sé ponerme en la situación de otros y es comprensible que leer una noticia tan perturbadora de algo que es totalmente ajeno a ti puede hacerte sentir ese miedo o desconfianza. Pero un breve inciso, comprendo el sentimiento, pero pienso que no justifica la ignorancia. Si en verdad queremos sacar conclusiones sobre algún tema, lo esencial es buscar información y no dejarnos llevar por lo primero que veamos o escuchemos.
En segundo lugar está el hecho de que esta prensa amarillista no atiende a razones, dejando a la vista su desinformación sobre el tema y su necesidad de fama barata. –¿A qué te refieres Mandus?– Bien, modifiquemos un poco los sucesos. Sustituyamos el Halo 3 de la noticia por un simple teléfono móvil. ¿Qué hubiese ocurrido? Pues me temo querido lector que la noticia no habría destacado tanto, a no ser que en dicho móvil tuviese juegos, ya que tranquilamente podrían modificar la noticia para crear polémica, como ya ha pasado en cientos de casos. Pues bien, la noticia habría destacado, pero no de la misma forma. Como ya he mencionado antes, no todos juegan a videojuegos, pero actualmente pocas personas carecen de teléfono móvil, ya sea un ladrillo (un saludo a yayo) o una máquina del tiempo versión mini. Esto nos pone en una situación de lo más curiosa y probablemente la base más importante de todo este artículo. ¿Qué opinarán aquellas personas que han leído la noticia, siendo en este caso el móvil el culpable? ‘’Debería tener algún problema en la cabeza’’ Wow, qué conclusión tan elaborada, pero… ¿Por qué si es un móvil tiene un problema, y si es un videojuego son estos los culpables y no la persona en sí?
Creo que toda persona debería ser capaz de diferenciar dos tipos de agresividad: La que sentimos a la hora de jugar y la que sentimos a la hora de dejar de jugar. Todos, o la gran mayoría nos hemos atascado en alguna misión, o hemos muerto muchas veces en algún punto, y sí, nos hemos sentido muy molestos. Personalmente, he nombrado en varias ocasiones a los desarrolladores del juego con el cual me enfadaba, o he golpeado algún cojín, pero jamás he llevado ese enfado al exterior, porque ahí se queda, en un enfado. Como buen hijo que soy, me he llevado mis castigos y he estado alguna que otra temporada sin tocar la videoconsola, pero siempre les he tenido demasiado respeto a mis padres por lo que no hacía falta ni una caja fuerte para dejarla, con guardarla dentro del armario era suficiente ya que una gran fuerza sobrenatural impedía acercarme a ella, algunos la definen como ‘’zapatilla’’.
Dejando de lado aventuras, que tengo bastantes, creo que aquel que es capaz de llevar ese enfado al exterior tiene algún problema. Es decir, si todos los millones de personas que jugasen a los videojuegos se volviesen agresivos, las calles arderían. Es por eso que puedes encontrarte en una mala situación personal, problemas románticos, problemas de salud o impotencia en algún sentido de tu vida que provoca que tus ”cabreos” duren más de lo habitual. Como ya he dicho, no soy psicólogo, pero sumando mis experiencias personales a la de muchos otros, por lo general la gente juega a los videojuegos para desconectar de la realidad, la cual tiene motivos suficientes como para ponernos agresivos. Una persona cuerda, jamás va a matar a otra por un videojuego. Podemos cambiar el juego por el objeto físico que más rabia os dé, pero de enfadarse a asesinar, hay un largo recorrido.
Por supuesto, este humilde servidor sabe perfectamente que la situación no va a cambiar. Seguirán surgiendo uno tras otro nuevos casos y, de una forma u otra, los videojuegos se verán involucrados. Pero como toda noticia, es pasajera, y al igual que este artículo, caerá en el olvido rodeado por muchos otros que estarán dispuestos a ocupar su lugar. Queridos lectores, que nada ni nadie os impida hacer lo que más os guste, que en mi caso es jugar.