Análisis Evil Defenders
Este análisis podría ser tan corto como la respuesta a esta pregunta: ¿Te gustan los tower defense (o defensa de núcleo)? Si la respuesta es sí, te gustará este juego, si es no, pues no te gustará, quédate de todas formas porque me ha llevado un rato escribir esto.
Lo de siempre, divertido sí, pero lo de siempre
La trama es sencilla de explicar: unos campesinos deciden invadir las tierras del mal para arrebatarles a los demonios sus tesoros, no, no se me ha traspapelado nada, aquí los malos son los campesinos, los demonios… bueno, los demonios siguen siendo malos. Esta es la divertida excusa que nos dan para aporrear a enemigos que tratan de ir del punto A al punto B, por lo demás poco se puede añadir.
A mí personalmente me encantan los tower defense, y me encantó este juego, pero en cuanto me pasé los primeros niveles lo primero que hice fue minimizar y ver si eran los mismos creadores de Kingdom Rush. Pero a pesar de las similitudes los chicos de Crazy Panda no tienen nada que ver, y no es de extrañar que dudara porque este tipo de juegos están muy vistos si, ¡pero es que hasta las torres eran iguales! Porque tenemos la que lanza bombas, el arquero, el mago, la que tiene soldados y la que ralentiza… El único añadido es que todos los niveles tienen un punto con el que puedes interactuar, como si de un punto de defensa más se tratara: haces clic, pagas un precio y algo ocurre, pero no os esperéis nada increíble, normalmente los enemigos se ralentizan o sufren algo de daño.
Cuenta con el clásico sistema de upgrades, aquí es donde está lo bueno, porque te permite decidir qué quieres subir y esta decisión deberá ir acorde a cómo quieres jugar (por ejemplo, de nada servirá dopar a los arqueros si después solo pones a los magos); pero aunque este sistema divierta tampoco aporta nada nuevo, los upgrades se basan en subir la velocidad de ataque y daño entre otros. Cada torre a su vez posee 3 variaciones que cambian mucho una con respecto a otra, y esto lejos de agradarme me hizo sentir un poco timado porque todas las torres valen para todo, me explico. Tienes una torre que ralentiza a los enemigos, esa es su función desde que la plantas, pero puedes evolucionar la torre de arqueros para que también ralenticen, y lo mismo ocurre con la de magos… ¿Entendéis por donde voy? Pasa lo mismo con otros valores, los cañones por ejemplo hacen daño en área, pero puedo convertir a los arqueros en granaderos o hacer que los magos lancen bolas de fuego, el efecto al final es el mismo, así que entre las variaciones de cada torre me habría gustado ver distintos efectos en lugar de las mismas habilidades recicladas.
No hay mucho que hacer ¡Pero hazlo bien, pardiez!
El sistema del juego es simple: salen por un lado y no puedes dejar que lleguen al otro, aunque no siempre tienes claro por donde vienen o a donde tienen que ir. Hay niveles en los que hay muchos caminos y hasta que no lo hayas finalizado alguna vez no sabes exactamente a donde quieren llegar los enemigos (en las tierras del mal no son de poner cartelitos precisamente…), pero son listos, y aunque tú no sepas a donde van, ellos siguen su camino.
Lo que frustra realmente es lo que hacen tus propias tropas, la IA de tus torres es terriblemente mecánica y constantemente están creando situaciones que te hacen aporrear la mesa. Una muy típica es la de dos torres a las que les falta comunicación, tienes a dos arqueros, uno a cada lado del camino, como le disparan a lo primero que ven (si los tienes muy subidos no es raro que maten de un disparo) le disparan los dos al mismo enemigo, si pasara una vez no hay problema pero es que se sincronizan y pueden estar una oleada entera así, y como tardan un rato en volver a disparar visualizas impotente como los enemigos avanzan y avanzan mientras tus arqueros se empeñan en disparar al unísono a un enemigo en concreto, lo mismo ocurre con todas las demás torres y puede llegar a ser una situación muy frustrante, ¡pero no la peor!
Muchas veces podrás ser testigo de como los enemigos avanzan y tus torres están haciendo un buen trabajo, justo le queda un toque para morir y…tus torres empiezan a atacar al que está detrás de él y lo dejan pasar, así sin más. El enemigo está dentro de su rango de ataque pero simplemente lo ignoran como si dijeran: “ha demostrado su valor, dejémosle vivir” (ojalá los juegos en los que tú eres el atacante funcionasen así también…), y acabas ese nivel sin conseguir la puntuación máxima porqué a tus demonios les dio un arrebato de misericordia.
Si eres un perfeccionista lo disfrutarás más
El juego es corto, concretamente tardé 10 horas echándole calma y repitiendo bastantes de las misiones en mayores niveles de dificultad, y es que eso es lo que requiere el juego para disfrutarlo, volver a esos niveles que ya habías acabado y subirle la dificultad con más oleadas, enemigos más fuertes. También puedes repetir un nivel de dificultad en el que no hayas conseguido la máxima puntuación si eres demasiado perfeccionista.
Sea como sea, esa es la palabra para describirlo: repetir. Como los enemigos siempre son los mismos (sin ir más lejos hay solo 3 tipos diferentes de jefes que te atacarán al final de cada nivel una y otra vez) no es que veas mucha variedad después de los 4 primeros niveles, de hecho yo al final del juego estaba pensando en devolver todos mis puntos (pagando una pequeña “multa”) para volver a repartirlos y empezar a usar cosas nuevas porque me aburría poniendo una y otra vez las mismas cosas en los mismos sitios. Si algún día entro a echar una partidilla eso es sin duda lo que haré, para eso y para escuchar la magnifica banda sonora que en más de un punto me hizo sacar mi air guitar para acompañar el solo.
Conclusión
Si te gustan los tower defense te gustará Evil Defenders, si nunca has jugado a uno y te apetece algo con lo que pasar el rato también es probable que te guste; pero si esperas encontrarte con algo nuevo te aseguro que NO lo encontrarás aquí porque a pesar de ser entretenido es 100% copy-paste de lo que ya lleva años circulando.