Análisis Not A Hero

En los últimos años, los británicos de Roll7 han conseguido hacerse un nombre entre la escena indie y ser una de las niñas bonitas de la popular distribuidora independiente Devolver Digital, todo esto conseguido con la franquicia OlliOlli que cuenta con dos entregas de una factura brillante. Sin alejarse de su zona de confort lanzaron un poco después Not A Hero.

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La gran campaña electoral de Bunny Lord

Not a Hero es un juego de acción con un muy pequeño toque de exploración en dos dimensiones, en el que controlamos a un elenco variado de personajes, cada uno con sus habilidades propias, e intentamos derrotar a nuestros enemigos a través de escenarios donde, además, nos aguardan otras misiones secundarias. Se basa en una serie de misiones razonablemente breves, a las que será bastante recomendable volver para conseguir completarlas al cien por cien. Su disparatada historia nos cuenta cómo BunnyLord, un conejo tan morado como antropomórfico que se abre paso en la política a golpe de plomo y un humor negro, y nuestro objetivo es limpiar tres diferentes distritos de criminales para demostrar a sus votantes que es un candidato de fiar. Así, nos convertimos en una especie de mercenario a disposición de BunnyLord, en una aventura cuya historia se desarrolla a través de secuencias de texto (en español), bastante lentas, que nos van guiando hacia la siguiente misión. 918258

La narrativa es totalmente prescindible, pero nos sirve de contexto para el juego, e incluso los personajes se van desbloqueando en función de la intención de voto que vayamos consiguiendo. Si le damos la oportunidad de “expresarse”, Not a Hero es bastante divertido, hay humor, hay violencia, hay espadas y armas de fuego como para ruborizar a un capo del narcotráfico mexicano y todo está en las manos de un estudio que ya ha demostrado saber hacer las cosas muy bien. No vamos a negar que los juegos son para jugar, y que Roll7 podría habernos dado la opción de, al menos, acelerar los textos, ya que o te los tragas a su lentísimo ritmo o te los saltas; no hay un término medio.

Con o sin historia, Not a Hero comienza con un tutorial muy acertado en el que nos explica perfectamente sus mecánicas básicas, y nos deja que poco a poco vayamos descubriendo las avanzadas. Con apenas tres botones podemos hacer todas las acciones del juego, y su profundidad llega a través de un diseño que sigue sorprendiendo con cada nivel.

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Acción pura y dura 

El sistema de control es bastante sencillo. Con un botón nuestro personaje se lanza a la cobertura más cercana, y al pulsar el botón de disparo, éste sale de ella. Lo mismo sucede con los enemigos. Desde cerca podemos ejecutarlos con un único disparo, así como hacerle una “entrada” y noquearlos en el suelo, pudiendo rematarlos antes de que se levanten. Los tiroteos básicos implican evitar sus balas y acertar con las nuestras cada vez que se asoman. Por suerte, los enemigos son variados, y cada uno tiene sus propias armas y técnicas que nos obligarán a irnos adaptando e incluso aprender sus patrones de ataque. Todos están muy bien diferenciados, así que no os preocupéis; los reconoceréis bien.

Los escenarios son un elemento pasivo de la jugabilidad que se convierte en un auténtico protagonista. Al principio son un mero circuito a recorrer, pero pronto pasan a ser un entorno que tenemos que explorar con cabeza. Irnos por donde no debemos evitará que consigamos un objetivo, y nos obligará a repetir el nivel si queremos conseguir el cien por cien. Eso se aprecia muy bien en un nivel con rehenes, donde tenemos que usar rutas alternativas para evitar que los secuestradores nos vean y acaben con la vida de los secuestrados.

Los nueve protagonistas son muy diferentes. Porque no solo hablamos de un cambio de arma, sino también de la forma en la que se mueven y sus habilidades especiales, como la capacidad de recargar la munición en movimiento, deslizarse a la vez que se dispara, echar puertas abajo de una patada, e incluso disparar en las dos direcciones a la vez. Desbloquear nuevos personajes también será importante para completar determinados desafíos, así que todo va encajando poco a poco para animarnos a mejorar constantemente.Not-A-Hero-Roll7-0518-03-1280x720

No nos olvidamos tampoco de las municiones especiales y las armas secundarias. Repartidas por los niveles o dejadas por los enemigos al morir, podemos encontrar una serie de tipos de bala que nos permitirán realizar disparos especiales, tales como explosivos o que atraviesan la cobertura. También contamos con armas secundarias, generalmente arrojadizas. Éstas se recogen de igual manera, y van desde granadas a torretas hasta gatitos bomba.

 

Estilo visual y banda sonora

Roll7 apuesta nuevamente por el píxel más acentuado para construir su propuesta a nivel artístico y gráfico, aunque en Not a Hero resulta algo menos adecuado que en OlliOlli y su secuela. El toque retro en este sentido es marca de la casa, por lo que también sería extraño que la propuesta se alejara de este estilo visual. Evidentemente, dada la aparente sencillez de lo que vemos en pantalla, Not a Hero se mueve fluido y va como la seda, por lo que jugarlo en una televisión grande resulta delicioso y un gozo para los sentidos. En lo sonoro la cosa funciona algo peor, con unos efectos de sonido aceptables y una música que, si bien resulta acertada para el tipo de juego ante el que nos encontramos, no deja ningún momento memorable.

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Conclusión 

Not a Hero no te va a cambiar la vida, pero es un juego que te va a mantener con una sonrisa durante las pocas horas que necesitarás para terminarlo. Su mezcla de juego de acción, disparos y coberturas llevado al terreno de las 2D supone un interesante banco de pruebas. Todo gracias a este equipo que meses atrás nos deleitó con otra obra de estilo retro como es OlliOlli y esta vez con Not a Hero.

eduardo_kratos

Amante de los videojuegos y del cine. ID PSN: eduardo_kratos

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