Análisis Little Inferno

Resulta difícil no sentirse inmerso en el crepitar de las llamas, en el caprichoso baile del fuego… cuando eres un niño. Little Inferno nos permite revivir esas interminables tardes de inverno junto al fuego, inherentes a nuestra más candorosa infancia. Tomorrow Corporation, tras una sencilla jugabilidad basada en la quema de multitud de objetos en una chimenea de lo más peculiar, nos cuenta una bonita historia llena de filosofía y metáforas.

Historia y Ambientación

No os dejéis engañar por su aire infantil... su historia contiene un poderoso mensaje.

No os dejéis engañar por su aire infantil… su historia contiene un poderoso mensaje.

Tomamos el papel de un niño que recibe su ansiada Little Inferno, una curiosa chimenea en la que debes quemar todo lo que está a tu alcance. En un mundo asolado por el humo, una de las pocas distracciones al alcance de los niños es dicha chimenea (la paradoja es evidente, ¿no?), que absorbe por completo la vida de sus más acérrimos, donde entre ellos, por supuesto, se encuentra nuestro protagonista. Con el tiempo entablaremos una conversación con nuestra tierna y alocada vecina, que nos hará partícipes de su distorsionada percepción de la realidad, así como del lóbrego contexto en el que se desarrolla la trama.

La mayor parte del argumento se desarrolla mediante cartas, las cuales podremos sumar a nuestras hogueras una vez las hayamos leído. En principio la trama puede parecer un mero hilo conductor sin importancia, pero al poco tiempo acabas embriagado por su encanto. No encontraremos un desarrollo abismal de los personajes, ni un final que nos quite el aliento… pero sin duda esta aventura depara ciertas sorpresas inesperadas para todos aquellos que deseen pasar unas horas al calor de la lumbre.

Jugabilidad

¿Hace falta añadir algo? ¡A quemar juguetes se ha dicho!

No hay que buscar profundidad donde brilla por su ausencia. Little Inferno es un ejemplo manifiesto de que la simplicidad puede ser sinónimo de diversión. No quiero llevar a nadie a equívocos: no gustará a todo el mundo. Es un juego hecho para todos los que gusten pasar unas horas disfrutando de una experiencia minimalista cuidada hasta el más ínfimo detalle.

Porque, ¿qué ofrece un juego como Little Inferno a todos aquellos jugadores que buscan exclusivamente experiencias dinámicas de gran envergadura?
Una llama y cientos de objetos de lo más divertidos y originales que tirar a las brasas. En principio puede sonar hasta soporífera su propuesta, pero el efecto imprevisible generado por la combustión de cada objeto, sumado a los cien combos que se pueden realizar quemando a la vez dos o más objetos, hacen de este título una propuesta sólida, amena y divertida a ojos de todos aquellos que atisben este indie con perspectiva.

Tal vez echemos en falta una mayor interacción con el atractivo entorno distópico del que nos hablan los personajes secundarios mediante cartas. Esto no quiere decir que seamos ajenos a todo lo que ocurre fuera del habitáculo en el que creamos nuestro infierno personal, pero hubiésemos deseado un poco más de presencia contextual.

Gráficos y Tecnología

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Como se puede observar, gráfica y tecnológicamente nos encontramos ante todo un referente de la escena indie.

Aunque sea un indie, Little inferno goza de un acabado técnico y gráfico encomiable. Las llamas han sido recreadas de forma fidedigna, mostrando un comportamiento realista y adecuándose al material sobre el que inciden con gran acierto. Mencionar, de paso, que los efectos de humo, lluvia, explosiones, ceniza… están también muy cuidados. Los objetos que podemos quemar están muy detallados y cuentan con un simpático aire Timbartiano, y los estragos que puede causar su quema se ven salpimentados por slowmotion, destellos,… que hacen del conjunto un espectáculo visual para nada desdeñable.

Sonido

El crepitar de las llamas por sí solo ya es disfrutable, pero el juego posee un extenso elenco de melodías que suenan en momentos puntuales del juego, enfatizando la narrativa y el ambiente. La música del menú, por ejemplo, es bastante clásica dentro del mundillo, y puede tornarse algo hastiante pasadas las primeras horas.