Impresiones: We Happy Few (Early Access)

Hay que reconocerlo. La mayoría del público no relaciona los videojuegos con grandes historias, ya que asumen que estas sirven solo como pretexto para ir de punto A a punto B. Con el avance tecnológico y gráfico, los autores han podido ampliar sus horizontes en este aspecto, contando con el elemento narrativo que hace destacar a este medio: nosotros protagonizamos las historias, y en ocasiones, decidimos su devenir. ¿Pero cómo lo hacemos? ¿Usamos cinemáticas, scripts, o lo contamos todo a tiempo real? We Happy Few, el nuevo juego de Compulsion Games (Contrast), usa todos estos mecanismos para sumergirnos en su macabro universo. Bienvenidos a un Reino Unido muy distinto del que conocemos.

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El juego está bañado de tragedia satírica.

¿Decadencia o progreso?

We Happy Few nos pone en los zapatos de Arthur, y nuestro primer trabajo en el juego consiste en censurar o aceptar distintas noticias y artículos. Enseguida nos damos cuenta de que algo va horriblemente mal. Todo el mundo viste unas extrañas máscaras y todos están obsesionados con una droga llamada Joy, la cual despeja la mente y hace que nos olvidemos de todos los problemas (elemento que inmediatamente recuerda al Soma de Un mundo feliz, clásica novela de ciencia ficción de la mano de Aldous Huxley). Como Bernard en dicha obra, podemos decidir dejar de tomar dicha droga y empezar a percatarnos de los horribles sucesos que tienen lugar allí. Enseguida somos identificados como ‘downer’, término usado para identificar a los disidentes, y toca huir. Más adelante despertamos en Wellington Wells, una cuidad decadente destrozada por un bombardeo y llena de pobreza, y empezamos a ver la otra cara de la moneda. Los transeúntes, vestidos con harapos y desprovistos de máscaras, cantan ‘London Bridge is falling down’ y cuentan jergas rarísimas. Y este es el resumen de los primeros minutos de juego, que muestran la promesa de una narrativa que, a pesar de usar tópicos del género e incluso hacer guiños más que obvios, se muestra atrevida y dispuesta a hacernos pensar.

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¡No olvides tu pastilla de Joy!

¿Y cómo es la interacción? Bien, We Happy Few es un juego en primera persona que mezcla elementos de los juegos de rol, las aventuras gráficas y los shooters: tomamos decisiones, aceptamos misiones primarias y secundarias en un mundo semiabierto y combinamos objetos en un inventario que, todo sea dicho, por el momento es bastante molesto. En los primeros minutos, desprovistos de mucha interacción, temí que el juego de Compulsion fuera otra de esas obras pretensiosas que en aras de contar una ‘mejor’ historia quitan el control al jugador. Afortunadamente me equivoqué, y una vez vagamos por la ciudad se nos ofrece un buen grado de libertad para hacer lo que queramos. El equipo, formado por tan solo veinte personas, ha aprendido la lección con Contrast y nos presentan esta vez con un juego mucho más grande y con más opciones. La interacción con los demás NPC’s también es rica, pudiendo además de conversar sobornarlos con objetos o entrar en peleas.

La presentación, teniendo en cuenta que hablamos de un título indie financiado por Kickstarter (habiendo recaudado poco más de 330 mil dólares), es sorprendente. Los colores son vivos, y compensan la falta de detalle de texturas y modelados propio de su motor gráfico. La optimización es buena. En mi equipo de pruebas, formado por un i7 4790K, una GTX 1080 y 16GB de RAM, el juego corría fluidamente a 60fps a 4K con el preset Alto exceptuando el antialiasing, con alguna caída de vez en cuando, convertidos en 60 rocosos a 1440p con todo al máximo. Sí, es un equipo de muy alto nivel, pero a resoluciones más comunes como 1080p puedo ver este juego corriendo en hardware modesto sin problemas. Hay muchas opciones gráficas, cosa que se agradece. La banda sonora, o lo que he escuchado de ella en lo que llevo jugado, enriquece la estética noir sin llevarse el protagonismo en ningún momento.

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Los agentes nos perseguirán durante nuestra aventura.

Promesas, promesas

Soy optimista con el futuro de We Happy Few. El equipo detrás del desarrollo mantiene una comunicación constante con los fans, a nivel mecánico funciona correctamente y la ambientación y narrativa son muy atrayentes. We Happy Few está disponible como Early Access en Steam y en Xbox One desde el 26 de julio a un precio de 27’99 euros, y la versión final será lanzada en 2017.

Nagato

Jugador empedernido. Amante de los juegos de ciencia-ficción y las aventuras gráficas.

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