Análisis de RIME

Mucho ha pasado desde que Rime se diera a conocer al mundo allá por la Gamescom de 2013. Y nada más y nada menos que en la conferencia de Sony, todo un hito. La sorpresa en mi caso fue mayúscula, en primer lugar porque el aspecto del juego era fantástico, recordando fuertemente a obras magnas como ICO o Zelda Wind Waker, y en segundo lugar porque se trata de un juego “made in Spain” respaldado por Sony en exclusiva para Playstation 4. Nada más y nada menos.

El tiempo pasaba y no sabíamos nada del proyecto, ni siquiera nos complacían con unas simples capturas. Entre medias el juego de Tequila Works copaba la portada de la prestigiosa revista “EDGE”, por lo que las expectativas se disparaban aún más. El jarro de agua fría llegó con la confirmación de que Sony ya no apoyaría más la obra, se desligaba de ella. Esto obviamente presagiaba un panorama nada prometedor. Las informaciones se sucedían a cuentagotas y estas seguían sin ser favorables; Que si el trailer mostrado no era gameplay real, que si es proyecto estaba muy verde aún… Y lo peor era que teníamos la sensación de que en cualquier momento leeríamos un comunicado con la palabra “cancelación” entre medias. Por fortuna aquí me encuentro, analizando RiME, y con una sonrisa en la boca del todo sincera. El juego ha llegado a buen puerto, y toda la incertidumbre pasada es ya historia, historia de un proyecto que bien es cierto pasó por varios baches, pero estos ya son pasado. El presente nos dice que RiME es un gran título, y que la pérdida de exclusividad de Playsation nos beneficia a todos, pues ahora los usuarios de Xbox, PC y Switch también podrán paladearlo.

– UNA ISLA Y UN NIÑO –

Me voy a la descripción oficial: “RiME es un juego de aventuras y puzles para un jugador, que narra la historia de un joven naufrago, atrapado en una isla misteriosa tras una tormenta torrencial. Los jugadores deben usar su ingenio para descifrar los desafíos y secretos de un mundo expansivo, sembrado de terrenos accidentados, criaturas salvajes y las ruinas de una civilización olvidada. Con una sutil narrativa, un colorido apartado visual y una majestuosa banda sonora, RiME ofrece a los jugadores un viaje lleno de descubrimientos significativos.” Y contar más sería sacrilegio, creerme.

Estamos ante una obra de la que cuanto menos sepas, mejor. ¿El motivo? Pues porque el juego de Tequila desprende un aura de misterio que hipnotiza hasta su sorprendente desenlace, ya sea explorando la isla o deshilando su sutil trama, siempre te verás involucrado, queriendo saber más. Además, la forma en la que se cuenta la historia tiene un mérito tremendo ya que no veremos ni una línea de diálogo. Esto respecto a la trama, ¿y qué hay de las mecánicas jugables? No estamos ante una obra que invente la rueda en este sentido, nos pasaremos la mayor parte del tiempo explorando la isla, buscando secretos, resolviendo puzles y completando secciones plataformeras. Como ya he dicho, en ningún caso esperéis algo profundo, pues la intención del estudio siempre ha sido la de ofrecer una experiencia accesible que no frustre.

Desde el principio la isla se abre ante nosotros como un mapa que podremos explorar libremente, como si de un “minisandbox” se tratara. Sinceramente esta parte del juego es sin duda alguna la que considero más redonda ya que la sensación de descubrimiento es continua. Invita a ser explorada de principio a fin, y pese a que no es una porción de terreno grande, sí está muy bien planteada y contiene muchos secretos por descubrir. La isla es un puzle en si misma genialmente diseñada que no da la sensación de repetición, entre otras cosas por ofrecernos rompecabezas muy ingeniosos y un ciclo día y noche que ayuda también a dar una sensación de estar viva. A partir de la primera mitad de juego esto cambia radicalmente, y RiME pasa a ser totalmente lineal. ¿Pierde algo por el camino? Pues sí, tengo que reconocer que a nivel personal la mejor experiencia me la ofrecieron esas primeras 3 o 4 horas de paseos por la isla, pero aún así el bajón no es alarmante porque a raíz de esto, pese a perder libertad, los rompecabezas mejoran. Supongo que este cambio se debe sobretodo a la parte narrativa, ya que contar una historia en un mundo totalmente abierto no es tarea sencilla.

Retomando el tema de los puzles, que son el pilar que sostiene toda la obra, estos son fáciles de resolver a poco que te pares a contemplar tu entorno, sin embargo que sean fáciles en su solución no quiere decir que no estén muy bien diseñados. Los hay tremendamente originales, algunos juegan con la luz y las sombras, otros con el agua e incluso los hay que nos plantean situaciones de colaboración con otros seres de la isla. Estos últimos son los mejores y más inspirados, dan ganas hasta de aplaudir. Normalmente antes de llegar a un rompecabezas nos tocará pasar por la sección plataformera de turno que tan habitual se ha vuelto en este tipo de propuestas en los últimos años. No son nada del otro mundo, y en la mayoría de casos son un mero trámite, sin embargo bien es cierto que a veces tendremos que medir nuestros saltos, no siempre serán un paseo. También es de agradecer que Tequila Works haya optado por implementar niveles de buceo, en los que para aguantar bajo agua tendremos que ir rompiendo burbujas de oxígeno. Sin duda alguna estos aportan mayor variedad al conjunto.

– AUDIOVISUALMENTE PRECIOSO –

Audiovisualmente es una delicia. La intro nos deleita con una partitura preciosa, y una vez nos ponemos con el mando en las manos nos damos cuenta de que su arte es también exquisito. Explorar la isla es una experiencia visual que, sinceramente, poco tiene que envidiar a grandes títulos del mercado. Pero este apartado no se limita solamente a los escenarios preciosistas (¡madre mía esas playas! ¡ese agua!) y a una iluminación omnipresente y fabulosa, pues nuestro protagonista y demás personajes son muy carismáticos. Hace uso de un estilo tipo acuarela que le sienta genial. Me parece una de las mejores direcciones artísticas que he visto en la presente generación, y eso para un indie no es moco de pavo. Pareciera por momentos que nos encontramos viendo una película de un estudio de animación, se nota que Unreal 4 es un motor pensado para este tipo de propuestas. Pide a gritos un modo foto, es una auténtica pena que de momento no lo hayan introducido. Lo que no es tan brillante es el rendimiento, y eso que vengo de jugarlo en PS4 Pro. No sé cómo irá en PC o en Xbox, sin embargo en la consola de Sony al tener la tasa de imágenes por segundo desbloqueada a veces da unos bajones considerables que se aprecian bastante. Me imagino que en PS4 estándar el problema se acentuará aún más, así que espero un parche que soluciones este problema.

Si el aspecto visual es delicioso, esperad a escuchar las partituras que nos acompañan a lo largo de la aventura. Desde Tequila son plenamente conscientes de que tienen una de las mejores bandas sonoras del año, y sabiamente nos deleitan una y otra vez con ella. Chapó. El acompañamiento musical hace que RiME sea mejor.

 

– CONCLUSIÓN-

RiME es una obra que se juega con una sonrisa en la cara. Ya sea por sus puzles, sus hermosos paisajes o su monumental banda sonora, siempre querrás seguir avanzando a lo largo de una historia que, si bien en sus primeros compases pasa un poco desapercibida, pronto se llenará de incógnitas que querrás esclarecer. Es cierto que no es una obra perfecta, y la segunda mitad no es tan brillante como las primeras horas de juego, pero pese a mis miedos más profundos, Tequila Works ha logrado llevar a buen puerto este título tan especial. ¡Brindemos con tequila!

LO MEJOR

+ Delicioso en lo sonoro y visual
+ Mantiene siempre un buen ritmo
+ Contiene puzles ingeniosos
+ La historia está muy bien contada y sorprende

LO PEOR

– Rendimiento irregular
– Cuando se vuelve lineal pierde brillantez

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